EL MIEDO A LA MUERTE
Análisis de la Conciencia
EL MIEDO A LA MUERTE
El miedo a la muerte es uno de los temores más extendidos entre los seres humanos. Más allá de cualquier creencia religiosa, la muerte continúa representando algo totalmente desconocido e incierto, por lo que es normal que genere cierto grado de angustia. No obstante, hay personas que viven el miedo a la muerte de manera extrema, de forma que su temor les impide disfrutar plenamente de la vida.
En algunos casos el miedo a la muerte puede llegar a convertirse en una fobia llamada tanatofobia, un temor irracional que suele generar ideas hipocondriacas o la evitación de cualquier situación u objeto que esté relacionado con la muerte.
La tanatofobia es un miedo intenso a la muerte o a morir. Es una fobia relativamente complicada. La mayoría de las personas, tienen miedo a morir, algunas temen estar muertas, mientras que otras tienen miedo al acto en sí. Sin embargo, si el miedo es tan frecuente que afecta a su vida diaria, entonces podría tener una fobia en toda regla.
El miedo exagerado a la propia muerte puede dar lugar a ataques de pánico o incluso puede generar depresiones profundas y enfermedades físicas.
LAS CAUSAS DEL MIEDO A LA MUERTE
Vivimos en un mundo donde la mayoría de los fenómenos vinculados con la muerte son un tabú. Esto se lo debemos en parte a la “ciencia materialista” con la que cuenta nuestra sociedad.
Haciendo que nuestra fantasía se desboque y realicemos asociaciones negativas que dan pie a numerosos temores. De hecho, las personas que tienen miedo a la muerte también suelen temerle al sufrimiento, al dolor, la oscuridad o lo desconocido. Obviamente, las leyendas populares sobre la muerte también añaden su granito de arena para acrecentar este miedo ya que, dicho sea de paso, estas personas generalmente son muy sugestionables.
La perspectiva de dejar a nuestros seres queridos y no volverlos a ver jamás añade aún más angustia al tema de la muerte, así como no tener claro qué sucederá después que se cruce ese umbral. Debemos tener en cuenta que a nuestra mente le encanta la organización y la lógica, por lo que le resulta difícil soportar la incertidumbre asociada a una cuestión tan importante como nuestra propia muerte. No tener respuestas que nos convenzan tanto desde el punto de vista cognitivo como emocional genera una gran dosis de angustia y ansiedad.
LOS SÍNTOMAS DEL MIEDO A LA MUERTE
El miedo a la muerte es un problema más común entre las mujeres que en los hombres y sus síntomas suelen aparecer entre los 20 y 40 años, con un pico máximo entre los 40 y los 64 años. Sin embargo, al contrario de lo que podríamos suponer, a partir de los 65 años este temor comienza a disminuir. Todo parece indicar que con la madurez las personas comienzan a aceptar la muerte ya que la comprenden como un proceso natural de la vida, como resultado, esta pierde su halo terrorífico.
No obstante, cuando la persona le teme a la muerte, esta se convierte en una obsesión y aunque intente evitar los pensamientos negativos, esas ideas vuelven una y otra vez, como si hubiesen adquirido vida propia. Esto hace que la persona piense demasiado en la muerte y sus consecuencias, no solo cuando se ha visto expuesta a una situación particularmente traumática sino en su día a día y sin razón aparente.
Estos pensamientos suelen generar mucha ansiedad, que puede desencadenar ataques de pánico. En otros casos comienzan a aparecer síntomas depresivos que pueden provocar una depresión mayor. Obviamente, este miedo tan intenso hace que la persona evite todas las situaciones que estén relacionadas de alguna u otra manera con la muerte.
Sin embargo, inevitablemente hay momentos en los que la realidad de nuestra muerte final nos golpea con una luz nueva y más fría. Una llamada cercana demuestra la tenuidad de la vida, o la muerte de un ser querido nos recuerda que nadie está exento del destino final de la humanidad. Incluso hablar de la muerte, como estamos haciendo ahora, puede ser suficiente para provocar una contemplación rumiante del final, y con ella un escalofrío de miedo sobre la propia extinción.
En estos estados de ánimo, el terror a la muerte se filtra en la conciencia de uno mismo como persona; su imponente inevitabilidad y finalidad nos hace sentir pequeños e impotentes.
Este es el miedo a la muerte en un nivel existencial, provocado por la noción casi impensable de que hay y sólo habrá uno de ti, y que tarde o temprano se desvanecerá, dejando poco más que recuerdos en otros seres que pronto desaparecerán.
LAS CONSECUENCIAS DEL MIEDO A MORIR
El hecho de que la persona piense constantemente en la muerte le genera tanta angustia que no es capaz de disfrutar de su día a día. El temor al futuro se convierte en una lápida muy pesada que se cierra sobre sí y le quita las ganas de vivir, afectando sus relaciones interpersonales y su estado de ánimo.
Además de los ataques de pánico y la depresión, el miedo a la muerte de forma obsesiva también puede ocasionar problemas y enfermedades físicas.
La peor consecuencia del miedo a la muerte es que la persona puede llegar a convertirse de alguna forma en “un muerto en vida”, olvidándose de vivir el presente por miedo a dejar de vivir, perdiéndose su propia vida.
EL TRATAMIENTO.
Es difícil eliminar el miedo a la muerte por completo sin el conocimiento de los que nos espera tras ella, el 99% de las personas tienen miedo a la muerte, muchos lo reconocen y otros no, pero todos la temen.
El conocimiento de lo que nos espera tras la muerte física, sería un buen comienzo para disminuir ese miedo universal.
LA TRANSFORMACIÓN
Todas las personas que experimentan una experiencia cercana a la muerte y se dan cuenta que siguen siendo conscientes, es decir que la conciencia sigue existiendo, pierden el miedo a la muerte, experimentan una paz interior y mayor aprecio por la vida misma, dejan de ser materialistas, y se vuelven más humanos que nunca, con grandes valores para el resto de sus vidas.
Pero no es necesario tener una experiencia cercana a la muerte para ser conscientes de todo esto, y precisamente, este es el propósito del Instituto Blasco a través de sus Investigaciones y Formaciones, animaros a ampliar vuestra visión de la conciencia para que el cambio se dé. Un cambio importante y necesario a nivel individual y a nivel de humanidad, aceptar que el ser humano es inmortal, y que no hay necesidad alguna de temer a la muerte.
Cuando se pierde el miedo a la muerte de verdad, toda la perspectiva de la vida cambia, y los cambios que acontecen a nivel personal, son igual de importantes y profundos que los que ocurren al tener una experiencia cercana a la muerte o experiencias similares.